Desde hace mucho las distintas empresas han optado por emplear famosos para publicitar sus productos. La idea era y sigue siendo muy simple y efectiva: que un famoso te diga lo que tienes que comprar te impulsa a hacerlo, en la mayoría de los casos. Sin embargo, últimamente el empleo de gente famosa en el mundo de la publicidad esta causando un efecto totalmente contrario al esperado. Comencemos con el mundo del deporte; hace apenas un año la marca de bebida energética Rockstar comenzó a patrocinar al piloto de motociclismo Jorge Lorenzo y a emplearlo en sus campañas publicitarias. No obstante, debido a la gran cantidad de detractores que tiene Lorenzo, Rockstar está obteniendo muchísimas menos ganancias de lo esperado.
Siguiendo con el panorama nacional, hace menos de un año que la cadena Telecinco tuvo que plantearse si cerrar o no el programa La Noria, debido a la escandalosa situación que se produjo al entrevistar al entrevistar en directo al asesino de una menor con el fin de ganar audiencia. Lo sucedido en aquella emisión causó que la inmensa mayoría de las empresas que se publicitaban en ese programa abandonaran la cadena; ya que ese esperpento fue la gota que colmó el vaso. Un vaso que previamente había sido llenado casi hasta rebosar por la denigrante actuación de los famosos del mundo del corazón que se daban cita cada noche en ese programa.
A nivel internacional podemos destacar lo ocurrido en el anuncio emitido durante el descanso de la Super Bowl del año pasado en el que los cantantes Ozzy Osbourne y Justin Bieber protagonizaron un anuncio sobre un móvil de la marca Samsung. El anuncio no solo causó una gran escasez en las ventas del modelo, sino que también el haber trabajado junto a Bieber le acarreó a Osbourne una dura crítica por parte de sus fans.
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